¿Conoces tus derechos para ser auténtica?

La autenticidad consiste en ser uno mismo y actuar en consecuencia con los valores y creencias personales, respetando las de los demás. Cuando lo que pienso, siento y digo corresponde a lo que creo que debo ser, actúo como una persona auténtica. Se trata pues de un equilibrio entre lo que somos y lo que manifestamos.

No siempre resulta sencillo ser consecuente y manifestar nuestras ideas porque hay una serie de factores internos y externos que nos lo impiden. Una de las habilidad que debemos manejar para ser auténticos es la de saber transmitir con claridad nuestras ideas, peticiones y opiniones con un lenguaje adecuado a cada circunstancia.

Conocer nuestros derechos asertivos tiene muchas ventajas: ayuda a tomar decisiones, nos libra de la manipulación por parte de otras personas y sirve para identificar las conductas impuestas por los demás que están en contra de nuestra voluntad y pensamiento.
Elige uno de los derechos que siguen a continuación:
1. Ser tratado con respecto.
2. Tener mis propias opiniones y expresarlas.
3. Ser escuchado y tomado en serio.
4. Pedir lo que quiero, aunque los demás tengan derecho a negármelo.
5. Cometer errores y aprender de ellos.
6. Tener responsabilidad de mis elecciones.

Ahora piensa en una situación en la que alguien intente inducirte a un comportamiento contrario al derecho que hayas elegido. ¿Cómo reaccionarias? ¿Cómo harías valer tu derecho a comportarte con autenticidad sin perder el respeto por la otra persona? Si no lo has vivido en primera persona, puede que lo hayas observado en alguien cercano. Describe ese momento y escribe como lo resolverías si fueras tú el protagonista. Escribe esta situación en un folio.

El derecho más valorado por ti no es una elección casual. Te permite saber cuál es el aspecto que puedes desarrollar para ser tú mismo. Siéntate tranquilamente, e imagina que ese derecho entra en tu cuerpo y en tu mente. Aspíralo hasta que lo sientas en cada poro de tu piel, hasta que lo hagas parte de ti. El hecho de haberlo elegido, puede suponer que es el que más necesitas y reclamas.

Reflexiona sobre cómo y a quién sueles reclamar este derecho: ¿es la persona adecuada?, ¿por qué?, ¿de qué forma lo solicitas?, ¿pides algo a cambio? Escribe tu reflexión.

Fuente: Inteligencia emocional y social en el aula. Cuaderno didáctico (II)

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