Tú música, mi música

La música tiene el poder de alterar nuestro humor y cambiar todo nuestro cuerpo. Con este ejercicio se busca crear una conciencia del cuerpo en distintas circunstancias.

Para empezar, vaya a una habitación en la que tenga una radio. Elija una emisora donde pongan música que le guste escuchar y que conozca bien. Siéntese en una silla, cierre los ojos y escuche la música. Hágalo con todo su cuerpo. Permita que su cuerpo se mueva con la música. Mueva la cabeza, menee los hombros, lleve el ritmo con sus manos, sus pies…Utilice todo su cuerpo. Disfrute de ello durante varios minutos.

Ahora, sintonice una emisora que ponga música que usted generalmente no escucha –rap, country, clásica, etc. y repita el ejercicio anterior. Una vez más, escuche con todo su cuerpo. ¿Su cuerpo quiere moverse al ritmo de esta nueva música, o se aparta y se cierra, evitando sentirse incómodo o violento? Inténtelo con varias emisoras de radio distintas.

Esta nueva música es la música de otras personas, y a ellas les conmueve. Puede aprender a tolerar su malestar natural y escuchar su música, su ritmo, escucharles a ellos. Recuerde, no hay una música correcta, sólo músicas.

Fuente: Tú eres lo que dices

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