1. Ser flexible:
Abre la mente; cambiar de opinión no nos hace débiles, nos hace grandes. Ser flexible es ser humilde, aunque muchas veces preferimos tener razón que ser felices. El cambio no es una opción, es la única opción.

2. Ser optimista:
Tenemos que rodearnos de optimismo, para ello, nosotros debemos ser los primeros optimistas. Las personas optimistas tienen mejor humor, son más productivas, disfrutan de mayores éxitos, tienen más amigos y ¡viven más años!

3. Ser confiado:
Confiar en los demás es invertir para obtener confianza. Confiar es rentable ya que es un imán para las oportunidades y aumenta el compromiso. Prestamos atención a lo que queremos ver. Si en vez de confianza vemos desconfianza, veremos miedo y sentiremos bloqueo.

4. Comprometerse:
Cuando te comprometes crees y cuando crees, participas y te implicas. Comprometidos aportamos más, valemos más y somos más necesarios. El compromiso debe ser mental, físico y emocional.

5. Disfrutar:
El sentido del humor y la risa aumentan la calidad de vida y la sensación de bienestar. Nuestro sistema inmunitario se fortalece ante los pensamientos positivos, mientras que los negativos lo hacen más vulnerable.

6. Aprender:
No termina nunca. El talento depende más del esfuerzo que de las capacidades innatas. Podemos convertir el error en una oportunidad para aprender, la clave está en la actitud.

7. Encontrar significado:
Lo importante no es hacer lo que amas, sino amar lo que haces. ¿Trabajo, carrera o vocación? Es nuestra elección.

Fuente: Vázquez, S. (2012). La felicidad en el trabajo y en la vida. Actualia.