Este es mi verdadero yo

¿Nos aceptamos a nosotros mismos? ¿O por el contario, nos empeñamos en mantener una imagen para que los otros nos acepten? ¿Cómo manejamos la culpa?
La causa del sentimiento de culpabilidad es la necesidad inconsciente de ser queridos, de ser reconocidos, aceptados por las personas que para nosotros tienen valor, y ante los que no queremos pasar desapercibidos. Mediante este recurso los adolescentes pueden trabajar la aceptación y liberarse de la culpa.

Elige una situación, de la que ahora te arrepientes o cualquier otra cosa que te está haciendo sentir culpable en estos momentos.

A partir de aquí utilizaremos el cuadro siguiente en donde se establecen dos columnas. A la izquierda escribe la imagen de cómo deberías ser o cómo habrías de comportarte cuando ni eres ni te comportas de esa manera y por eso te sientes culpable. A la derecha, escribe cómo eres en realidad (tu comportamiento actual ante ese hecho). Buena suerte y encuentra la imagen que pueda estar martirizándote.

Necesitamos reconciliarnos con nuestra realidad (columna de la derecha), o sea, aceptarnos a nosotros mismos y no disimular ni aparentar más de lo que somos. Esto es lo que se llama “cambiar la propia imagen” que produce culpa. Recuerda que no has de vivir de la imagen, sino de lo que realmente eres (aunque pueda darte algo de miedo al principio). Renunciar a la imagen supone empezar a desapegarte de la opinión de los demás.

Fuente: Galindo, A., & Alas, O. (2003). Inteligencia emocional para jóvenes: programa práctico de entrenamiento emocional.

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