LA TEORÍA DEL FLOW EN EL PROCESO CREATIVO – POTENCIA TU CREATIVIDAD

¿Alguna vez has sentido que el tiempo pasaba volando mientras estabas haciendo algo que te gusta mucho?

¿Conoces esa sensación de “quedarte atrapado/a” haciendo alguna actividad placentera? Seguramente vengan distintos escenarios a tu mente y quisieras saber por qué, en los mejores momentos, el tiempo parece pasar más rápido. En este artículo te presentaremos la teoría del flow o flujo: un modelo teórico propuesto por Mihaly Csikszentmihalyi que define el estado mental que una persona alcanza cuando queda absorta en una actividad y puede dar rienda suelta a su motivación y creatividad.

Este estado de Flow puede relacionarse con el proceso creativo puesto que, si podemos llegar a este estado mental, podremos explotar toda nuestra creatividad con mayor facilidad, logrando así un mayor desempeño y probablemente ideas más brillantes. ¿Quieres saber más sobre la teoría del flow en el proceso creativo? Si es así, te recomendamos seguir leyendo este artículo de cuaderno emociona, ¡prepárate para potenciar tu creatividad!

La teoría del flujo o flow: definición y ejemplos

El autor del flow conocido como Mihaly Csikszentmihalyi (un reconocido profesor de psicología en la universidad de Chicago) propuso un modelo teórico para poder explicar por qué nuestra mente es capaz de llegar a un punto óptimo de creatividad y motivación sin tener que invertir demasiadas energías para ello.

Como hemos comentado al inicio de este artículo, podemos definir el flow como el estado psicológico donde los pensamientos, emociones y sensaciones fluyen de manera adecuada y somos capaces de desempeñar actividades sin tener en cuenta el tiempo transcurrido ni las distracciones del exterior.

Cómo potenciar el flujo creativo:

Para poder llegar al estado de flow, Csikszentmihalyi descubrió cuatro características esenciales a tener en cuenta:

1. Equilibrio entre dificultad y habilidad

La primera característica a tener en cuenta es que el nivel de la tarea debe tener un equilibrio entre la dificultad de esta actividad y la habilidad que tenemos para desempeñarla. Es decir, si la actividad es demasiado compleja y no tenemos la habilidad necesaria es posible que lleguemos a sufrir ansiedad al hacerla. Por otro lado, si resulta demasiado sencilla y nuestras habilidades superan con creces el nivel demandado, caemos en el riesgo de sufrir aburrimiento.

2. Metas y objetivos bien delimitados

En segundo lugar, es fundamental tener un objetivo bien marcado para poder llegar al estado de flow creativo deseado. Este objetivo puede dividirse en pequeñas metas a corto plazo para aumentar así la motivación y la gratificación de poder cumplir el objetivo.

3. Actividad placentera y atractiva

Aunque este punto parece bastante evidente, muchas veces nos olvidamos de lo importante que es para nuestra salud mental el hecho de poder tener actividades placenteras. Disfrutar de aquello que estamos realizando activa nuestros circuitos asociados al placer (sobre todo, el circuito asociado a la segregación de dopamina). Por lo tanto, sentir este bienestar incrementa tanto la motivación como el nivel de flow. Algunos ejemplos de actividades placenteras pueden ser: leer nuestra saga favorita, dibujar un paisaje bonito, escribir un poema que llevamos mucho tiempo queriendo plasmar, hacer ejercicio al aire libre, etc.

4. Que la actividad te motive

A lo largo de este artículo hemos hablado del papel de la motivación en el proceso creativo: Este proceso psicológico es fundamental si queremos potenciar la creatividad, puesto que la motivación nos proporciona una dirección y la energía suficiente para llegar a las metas ya propuestas. La motivación es como la gasolina que necesita nuestro sistema nervioso para poder arrancar el motor y desempeñar un proyecto con toda la energía necesaria.

Por ejemplo, si estás trabajando como fotógrafo/a, diseñador/a, redactor/a o demás trabajos de tipo creativo, quizás uno de los elementos motivadores sea la recompensa económica (además del placer de hacer una tarea bien realizada, por supuesto).

Características de las personas creativas

Finalmente, en este artículo sobre la teoría del flow en el proceso creativo, queremos abrir un debate bastante interesante: ¿las personas creativas nacen o se hacen? Según el propio autor del flow, las personas creativas destacan por la capacidad que tienen para adaptarse a diferentes situaciones y gestionarse con lo que sea necesario para alcanzar sus objetivos. No se trata solamente de creaciones de ideas, contenido, elementos artísticos… la creatividad tiene como piedra angular la capacidad resolutiva.

Eso sí, no parece haber un conjunto particular de rasgos indispensables para que una persona sea creativa y, desde luego, no han encontrado evidencias científicas sobre un único “gen de la creatividad”.  Si bien es cierto que existe cierta predisposición cerebral (un sistema nervioso más sensible al color, la luz, el tono auditivo…) dicha predisposición requiere un refuerzo positivo y mucha motivación para llegar a su máximo potencial.

Otro término importante a destacar es el dominio. La creatividad tiene muchas esferas o dominios, como pueden ser las artes plásticas, las ciencias exactas, la música, literatura, la inteligencia emocional…cada dominio puede entrenarse y desarrollarse con el tiempo si queremos potenciar nuestra creatividad.

Finalmente, Csikszentmihalyi señala que la creatividad no puede entenderse solamente mirando a las personas creativas que “hacen que suceda”. Las ideas necesitan una audiencia receptiva para poder ser acogidas y valoradas. Sin esta evaluación del entorno no podemos determinar si algo es creativo o no, o si esa persona creativa está generando ideas y conceptos interesantes y válidos. Por lo consiguiente, podemos afirmar que la creatividad resulta de la interacción de varios elementos y que, efectivamente, es algo que podemos entrenar.

Referencias:

• Cernuda, A. (2006). Neurociencia, nutrición y rendimiento artístico.
• Csikszentmihalyi, M. (1996). Creativity: Flow and the psychology of discovery and invention. New York: Harper Collins.

Claudia Padras Gallardo, psicóloga especializada en salud  y estudios de género.