microbiota

Emociones y microbiota, ¿qué relación tienen?

 
¿Sabías que tus bacterias son capaces de alterar tu química corporal, tu metabolismo y tu comportamiento?

Lejos van quedando aquellos tiempos en los que la interpretación de las “cosas que hacen nuestros intestinos” se resumían en: absorber nutrientes y “pasear” nuestras heces. Hoy en día no sólo sabemos que el aporte al conjunto es mucho mayor que el mencionado, sino que gozan de ser considerados el Segundo Cerebro del Cuerpo.

Los descubrimientos de los últimos años con referencia a la actividad de los intestinos es apasionante: en ellos se produce 2/3 de la actividad del sistema defensa-inmunitario, se fabrican más de 20 tipos de hormonas, contiene un complejo sistema nervioso-neuronal, con más de 200 millones de neuronas que se comunican de forma muy estrecha con el sistema nervioso central, posee además un complejo sistema linfático,  sanguíneo…y una microbiota esencial para la vida, sin ella, literalmente, nos morimos.

 
Pero… ¿Qué es la microbiota?

De esto último es de lo que me gustaría hablaros hoy: La microbiota, también conocida como flora intestinal. Tenemos 100 billones de bacterias en el intestino (sobre todo en el intestino grueso). Se han encontrado más de 1000 tipos diferentes de bacterias.

Las más conocidas-estudiadas son lactobacilos y bifidobacterias, ya que de momento son las que resisten, sin morirse, fuera de nosotros. La mitad de los tipos de bacterias que poseemos mueren fuera de nuestro cuerpo, no resisten las duras condiciones exteriores, son extremadamente sensibles al oxígeno.

¿Cómo influye la microbiota en tus emociones?

Y ahora os pregunto, ¿cuántas veces habrás oído hablar de las mariposas en el estómago? ¿En cuantas ocasiones habrás ido a la nevera cuando sientes ansiedad y sin poder evitarlo coges los alimentos menos saludables?

De hecho, si tienes problemas de sobrepeso, malnutrición, depresión o problemas intestinales es muy probable que tus bacterias intestinales también estén en problemas. Tus bacterias son capaces de alterar tu química corporal, tu metabolismo y tu comportamiento. Influyen en tu estado de ánimo a través de la serotonina, produciendo felicidad, o por el contrario pueden producir malestar o dolor. Así que, por supuesto, las emociones influyen en tu sistema digestivo.

Numerosos estudios señalan cómo la microbiota influye en nuestro comportamiento.

El equipo del Dr. Stephen Collins realizó un estudio con ratones relacionando los sentimientos con ciertas decisiones y cómo la microbiota influye en nuestro comportamiento. Tomó un tipo de ratón A, tímidos  y miedosos, y un tipo de ratón B valiente y aventurero. Al ponerlos en una piscinita con agua, los A dejaban de nadar rápido, al dar un par de vueltas, digamos “se dejaban vencer”; sin embargo, los B nadaban más tiempo buscando donde poder hacer “patitas” y no ahogarse.

Se procedió a extraer microbiota de ambos, luego con ayuda de antibióticos se mataba su flora natural, y se cruzaban la microbiota: al ratón A se le ponía la microbiota de los valientes, y a los B se les introducía la microbiota de los miedosos y pesimistas… ¿Qué sucedió al retornarlos a las piscinas? Pues que el ratón A se envalentonaba y luchaba más….y sin embargo el ratón B no insistía mucho después de poco tiempo intentándolo.

Según el modelo del doctor Perlmutter podemos hablar dos tipos de bacterias presentes en la microbiota intestinal humana:

Bacterias firmicutes (perjudiciales)
Bacterias bacterioides (beneficiosas)

Las primeras, Firmicutes, más típicas en Occidente,  extraen más calorías de alimentos, aumentan por tanto la ingesta calórica, se encuentran en un 20% de personas obesas, y cuando disminuye su número se reduce considerablemente la aparición de la diabetes. Se multiplican con facilidad por la ingesta de harinas refinadas, cereales refinados, poca fibra (verdura, fruta…), azúcares, exceso de grasas, exceso de carnes… Son las bacterias que tienen que ver con un estado de decaimiento, apatía, desgana, hambre caprichosa, sensación de hinchazón, estreñimiento, riesgo cardiovascular…

Las segundas, Bacterioides, digieren con más facilidad alimentos ricos en fibra y vegetales, las personas obesas tienen descendido el nivel de estas bacterias “buenas” en un 90%, si los bacterioides descienden aumenta la permeabilidad intestinal, la inflamación, el caos inmunitario y los trastornos neurológicos. A estas bacterias les gusta la fibra, por tanto, adoran el mundo de las hortalizas, legumbres, frutas, semillas, frutos secos, harinas integrales, arroces integrales…Son bacterias que desempeñan un papel importante en cuanto a metabolismo e inmunidad. Nos hacen sentir con más energía y aumentan nuestro bienestar.

Además de unos hábitos saludables… ¿Qué puedes hacer para reponer las bacterias beneficiosas y manejar mejor las emociones?

A través de los alimentos probióticos, fermentados, con los que puedes ingerir flora, bacterias vivas. Algunos serían:

Yogurt sin edulcorarLeche cuajada
Col fermentada, chucrutPepinillos agridulces
Té kombuchaSalsa de soja
Sopa de misoNata fresca francesa
Queso «de agujeros» suizoQueso crudo
Salami italianoAceitunas italianas
KefirTempeh

Belén Ventín Dietista-Especialista en Educación Emocional