Os presentamos una buena técnica para resolver problemas, muy útil con adolescentes y jóvenes. Es apta para todos aquellos casos en lo que uno se encuentra en una encrucijada del tipo hago esto o lo otro. Por ejemplo, cuando uno se pregunta: “¿Quiero seguir en mi trabajo insatisfecho, o lo dejo todo y cumplo mi sueño de viajar por el mundo?”.

Mediante esta técnica de decisión se hace un análisis de fuerzas. Gracias a este, se puede observar los factores a favor de cada una de las posibilidades, y también darnos cuenta de en dónde se encuentran los valores más importantes y los argumentos más convincentes.

Para comenzar, se parte de una decisión con “dos salidas”, por ejemplo: ¿Quiero dejar de fumar, o no? Se debe escribir esta frase como título para que todos lo vean bien.
Después se dibuja un esquema con dos columnas. Encima de la columna izquierda escribir: “Fuerzas que me llevan a dejar de fumar” y en la derecha: “Fuerzas que me arrastran a seguir fumando”.
Ahora es el momento de que uno por uno, los participantes expongan sus ideas y argumentos. Por ejemplo, en la columna de la izquierda se podría poner: salud, gastos, molestias que se causan a los no fumadores. En la derecha podríamos encontrar: placer, moda, símbolo de status adulto, disminución del apetito, etc.

Para tener una idea todavía más clara, ahora es el momento de ordenar las fuerzas de cada columna. Cada participante debe señalar con el número 1 todos los factores que juzgue verdaderamente importantes, y con los números 2, 3, 4,…los sucesivos. Después deben comparar los cinco elementos más importantes de una columna con los de la otra y volverlos a escribir otra vez.

Con pocas frases, deben escribir hacia qué posibilidad se sienten inclinados y qué es lo que les ha movido a decidirse por ella.

Una vez que la decisión está más clara, es el momento de pensar qué se puede hacer para dar respuesta a las fuerzas que caracterizan a la otra postura. ¿Podéis hacer algo para que los valores contenidos en los argumentos de la otra posibilidad se tomen en cuenta?
En grupos de tres personas deben intercambiar sus impresiones y tratar de ver si han conseguido algo más de claridad y comprensión en alguna cosa. Algunas preguntas que pueden guiar la reflexión son: ¿Os ha sido fácil ordenar las fuerzas según su importancia? ¿Cuándo empezaron a presentarse las dificultades? ¿Habéis hallado la manera de conciliar las fuerzas de la parte perdedora?

Fuente: Vopel, K. W. (2000). Juegos de interacción para adolescentes y jóvenes: Programación de vida, solución de problemas, cooperación. CCS