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Buscando la propia identidad en la adolescencia

La adolescencia es un periodo de grandes tensiones y polaridades. En esta época comienza a cuestionarse y criticarse todo. La recién adquirida autoconciencia individual se expresa a través de la crítica y del rotundo no a todo lo que venga de fuera. Nuestra ayuda y ejemplo son de vital importancia en esta etapa.

Por ello, en esta ocasión os proponemos una serie de preguntas que pueden abrir el diálogo y dar lugar a la reflexión.
¿Hacemos de nuestros hijos unos seres en permanente competición con el mundo y con los demás?
¿Qué tipo de valores les transmitimos? ¿De tipo económico? ¿Social?
¿Somos un modelo convincente para ellos, o nos perciben inmersos en nuestro propio caos interior?
¿Les dejamos demasiado solos a nuestros jóvenes? ¿Les damos vía libre y libertad total?
¿Fomentamos momentos de encuentro, de comunicación, y de espacio para lo lúdico?
¿Estamos siempre recriminando, acusando?
¿Dejamos que la televisión nos sustituya en el hogar?
¿Respetamos su intimidad?
¿Apoyamos sus ideales, o se los tiramos por tierra con frases del tipo: “eso es absurdo, ya te enterarás cuando seas mayor”?
¿Nos sacan de quicio sus críticas? ¿Somos capaces de vernos humildemente en el espejo que nos ponen delante?
¿Aprendemos de ellos? ¿Cambiamos lo que no nos sirve?
¿Les permitimos que tengan su propia búsqueda o les imponemos nuestras creencias?

Fuente: Pereira, S. (2001). El arte de educar en la familia: ayudando a nuestros hijos desde su nacimiento hasta la mayoría de edad. CCS.

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