La montaña de mis objetivos

Los niños no deberían tener miedo a plantearse grandes expectativas. Se llega más lejos cuanto más alto se apunta. Aquellos niños que aprenden a marcarse objetivos por sí mismos desde una edad temprana tienen todas las de ganar. Por eso es importante que enseñemos a nuestros hijos a marcarse objetivos desde pequeñitos. Os sugerimos esta sencilla actividad.

Dibujad una montaña. Pídele a tu hijo que con un lápiz escriba cuál es su gran objetivo en el espacio que ocupa la cumbre de la montaña. Después, dile que anote objetivos a corto plazo en cada uno de los escalones de la montaña. Debe empezar por abajo, por su presente, para indicar qué necesita para alcanzar la cumbre. Es bueno que lo haga a lápiz porque cada vez que supere un obstáculo, puede borrar ese objetivo a corto plazo y remplazarlo por otro si fuera necesario.

Mediante esta actividad tan sencilla, tu hijo puede recordar hacia dónde va y, sobre todo, cómo va a conseguirlo. Sea cual sea el objetivo que tu hijo dice tener, recuerda que tu trabajo es indicarle que para conseguirlo debe valorar sus propias fuerzas y aptitudes. Juntos podéis trabajar los siguientes puntos:

- Identificad y hablad sinceramente sobre las áreas en las que necesita esforzarse (obstáculos para llegar a su objetivo).
- Celebrad el hecho de que supere sus obstáculos. Comparte con tu hijo un ejemplo de cómo tú también has tenido que vencer ciertos problemas para conseguir tus objetivos.
- Elaborad juntos una lista sobre los obstáculos que tu hijo cree que puedan surgir en el camino.
- Establecer prioridades: ¿cuál es el problema que tu hijo deberá hacer frente de inmediato?
- Haced una lista de objetivos a corto plazo, tienen que ser simples y estar acotados en el tiempo. Por ejemplo, esta semana, haré todos los deberes para sacar mejores notas.
- Celebrad los triunfos, tanto los pequeños como los grandes.

Fuente: Hijos brillantes. Descubre el talento y las habilidades de tu hijo

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